ALMERÍA, 7 (EUROPA PRESS)
El fallo del alto tribunal andaluz rechaza el recurso de apelación efectuado por la defensa del acusado y confirma el pronunciamiento original dictado por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería al no ver vulneradas las garantías del proceso ni evaluación errónea de la prueba.
La sentencia de origen ya dio por probado que el acusado, nacido en Argelia y sin permiso de residencia y trabajo en España, fue sorprendido por agentes del Servicio de la Guardia Civil sobre las 8,54 horas del 1 de febrero de 2023 en la playa del Corralete de Cabo de Gata, donde había llegado conduciendo con otra persona una embarcación con 14 inmigrantes de origen argelino que se desembarcaron en la zona.
La embarcación pudo ser rápidamente interceptada por la Guardia Civil después de que el sistema integrado de vigilancia exterior (SIVE) alertara de su presencia y el desembarco clandestino de los ocupantes en la zona del Corralete, sentido en el que el acusado y un acompañante volvieron después mar adentro con la nave.
El patrón de la patera había sido identificado por su indumentaria, de modo que tras desembarcar en una playa cercana, fue arrestado tras una persecución de 800 metros por un agente de la Guardia Civil que le había dado el alto y que no lo había perdido de vista "en ningún momento" desde que puso un pie en tierra.
De acuerdo con el testimonio del agente, la detención del piloto era su principal objetivo por interés policial, y por eso no sólo pudo escapar el otro individuo que también salió corriendo sino que tampoco pudo perseguir a los miembros de la organización que esperaban en una furgoneta para el traslado de los ambos patrones.
En este sentido, uno de los miembros logró alcanzar la barca y zarpar de nuevo a un destino desconocido, de modo que la patera no pudo ser intervenida. De los 14 desembarcados en la playa, se logró localizar a cuatro varones y a una mujer.
La embarcación de fibra, de seis metros de eslora por 1,5 metros de manga, no reunía las condiciones mínimas para cubrir el referido trayecto en condiciones de salvaguardar la integridad física de los ocupantes, al no estar preparada para soportar viento, oleaje y otras circunstancias adversas inherentes al mismo.
"Por sus características técnicas no era idónea para ello; llevaba un número de personas muy superior al que le correspondía; no estaba dotada de chalecos salvavidas, bengalas, balizas de señalamiento, radar, GPS, iluminación, botiquín ni otras medidas de seguridad", expone la resolución judicial.
Asimismo, el acusado no poseía la titulación necesaria para el pilotaje de la embarcación en una travesía que, además, se realizó sin equipos de navegación, salvamento, contra incendios, radiocomunicaciones, instrumentos para el achique de agua, bengalas o instrumentos similares para su seguridad.
Durante su trayecto desde Argelia, la embarcación se cruzó con numerosos buques mercantes, lo que, junto con todo lo demás, supuso poner "en peligro la vida y la integridad física de los ocupantes" de la embarcación.
