¿GANARÁ TRUMP LAS PRESIDENCIALES?
Iowa ya no es lo que era. Una serie de argumentaciones, apoyadas por Biden, hizo que los demócratas decidieran que la “primera estación “ de sus primarias se trasladara a Carolina del Sur. De modo que Iowa sigue siendo el Estado de arranque de los republicanos, pero no de los demócratas.
De momento, las elecciones republicanas del caucus de Iowa han dado una aplastante victoria a Trump. Ganó este lunes los caucus con el 51 % de los votos, casi 30 puntos más que el segundo, el gobernador de Florida, Ron DeSantis. Ha logrado más votos que todos sus rivales juntos y ha ganado en 98 de los 99 condados En concreto, Trump obtuvo 56.260 votos y un 51%, mientras que DeSantis sumó 23.420 votos y un 21,2%. La tercera fue la exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora ante Naciones Unidas, Nikki Haley, con 21.085 votos y un 19,1%.
De este modo, su candidatura presidencial para el partido del elefante parece asegurada, salvo improbable remontada de DeSantis o Haley en las próximas primarias.
El horizonte demócrata está aún mas despejado. Biden será el único candidato.
En su reciente discurso en Pensilvania (en Valley Forge) mencionó que competiría con Donald Trump si este decidiera postularse nuevamente. A sus 81 años, Biden busca consolidar su legado y enfrentar los desafíos que se avecinan. Durante su intervención, Biden condenó enérgicamente la violencia política y centró su discurso en los valores fundamentales de la democracia estadounidense. Hizo hincapié en el riesgo que representó el intento de golpe de estado del 6 de enero del 2021, liderado por seguidores de Trump. Biden insistió en que la violencia política nunca es aceptable en el sistema político de Estados Unidos y acusó a Trump de intentar distorsionar la verdad sobre el asalto al Capitolio.
Sin embargo sus detractores han señalado una serie de deslices que, aseguran, serían indicativos de un declive cognitivo. Uno de los episodios más destacados ocurrió este septiembre en una rueda de prensa en Vietnam, donde sus respuestas a las preguntas sobre el cambio climático fueron, en el mejor de los casos, desconcertantes. Las referencias, confusas y sin rumbo, a una película de John Wayne y a soldados “con caballos mentirosos”, y su brusca despedida: “Yo no sé ustedes, pero yo me voy a la cama”, dejaron a propios y extraños rascándose la cabeza, tratando de descifrar el verdadero significado detrás de estas palabras.
Las declaraciones del presidente Biden se tornan así en una metáfora del estado actual de su mandato, un camino errático donde la firmeza y la coherencia parecen haber cedido paso a la confusión y las retractaciones apresuradas. Es en este contexto donde resurgen con fuerza las preguntas sobre su estado físico y mental, con un sector de la opinión pública cuestionando si el presidente está realmente en condiciones de llevar adelante su mandato, una cuestión que trasciende las barreras partidistas y se instala en el núcleo de la incertidumbre nacional.
En el campo republicano, Donald Trump, ex presidente, después de su victoria en Iowa emerge como un contendiente fuerte, aunque aún no sea todavía el candidato oficial. Sin embargo, al igual que Biden, hay factores que complican el triunfo del rubio expresidente.
Por ejemplo, la última entrega de documentos desclasificados en el caso Jeffrey Epstein ha desencadenado revelaciones impactantes sobre figuras prominentes, incluyendo Donald Trump. Según las revelaciones, Epstein poseía videos de relaciones sexuales entre una mujer no identificada y Trump, Bill Clinton, el príncipe Andrés y el magnate británico Richard Branson. Estas afirmaciones se basan en una serie de correos electrónicos de 2016 enviados por Sarah Ransome, una de las acusadoras clave en el caso de abusos contra Epstein. Aunque no parece que sea cierto, el escándalo Trump/Epstein ha enfangado la visión que de Trump tienen los estadounidenses.
Por otra parte, en el tercer aniversario del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, Donald Trump ha vuelto a la escena política con declaraciones sorprendentes. En un mitin en Iowa, Trump ha calificado a los asaltantes encarcelados (unos 900) como “rehenes” y ha prometido concederles el perdón cuando sea elegido presidente por tercera vez en noviembre.
En este contexto, la Junta Estatal de Elecciones Carolina del Norte ha confirmado oficialmente los candidatos para las primarias presidenciales. Joe Biden es el único candidato demócrata registrado, mientras que, en el lado republicano, Donald Trump encabeza la lista junto con otros contendientes, entre los que destacan Ron DeSantis y Nikki Haley Si traigo a colación este dato es porque, aunque hubo amagos de establecer un veto a la candidatura de Trump, no llegó a prosperar, lo que atenúa el efecto de los vetos a Trump de los estados de Colorado y Maine; vetos hoy en el Tribunal Supremo Federal de Estados Unidos por apelación del ex presidente.
El anuncio de Trump de perdonar a los asaltantes del Capitolio, su narrativa sobre el papel del FBI y Antifa (abreviatura de un movimiento radical antifascista) en el asalto, y su postura en temas clave como la política exterior y la economía han desencadenado debates intensos y han agitado las aguas políticas en el país.
En fin, las últimas declaraciones de Donald Trump en un mitin celebrado en Iowa parecen pasarle factura al ex presidente de Estados Unidos. El norteamericano empezó a divagar mientras hablaba de imanes, y lo dicho por el ex alto mandatario ha provocado una oleada de críticas.
A medida que la campaña electoral se intensifica, los analistas económicos y geopolíticos están evaluando el posible impacto de una victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2024. Holger Schmieding, el principal economista del banco multinacional Berenberg, ha señalado que una victoria de Trump podría tener un impacto significativo en Europa en comparación con Estados Unidos. La incertidumbre en torno a las políticas comerciales, las relaciones internacionales y las decisiones clave sobre el cambio climático y otros temas globales ha llevado a una evaluación cuidadosa de las perspectivas económicas y geopolíticas. Los mercados financieros también están atentos a cualquier señal que pueda afectar la estabilidad y la prosperidad a nivel mundial.
Sin embargo, el camino hacia la victoria -además de los datos aportados más arriba- no está exento de desafíos para ambos contendientes. Aunque Biden y Trump están prácticamente empatados en una hipotética revancha electoral a nivel nacional, la desaprobación del trabajo presidencial de Biden, con un índice del 56%, presenta un obstáculo significativo. La percepción crítica sobre la economía y la dura desaprobación indican que el presidente demócrata enfrenta una tarea ardua para persuadir a los votantes, especialmente entre segmentos clave de su base.
Por otro lado, Trump también enfrenta retos, dado que la impopularidad general entre el electorado podría movilizar a la oposición política en su contra. A pesar de las preocupaciones públicas sobre Biden, las cifras sugieren que muchos votantes se centran más en Trump como el referente principal en el escenario político actual. En este contexto, las estrategias de ambos candidatos para abordar estos desafíos determinarán el curso de la contienda.
Si nos adentramos en el mundo de las encuestas, la sociedad estadounidense muestra claros signos de preocupación. Unas notables tres cuartas partes de los votantes expresan inquietudes sobre la edad y la aptitud mental del presidente Biden, mientras que dos tercios están preocupados por los juicios que enfrenta Trump.
En cuanto a las elecciones generales, las encuestas señalan un empate entre Biden y Trump, con un 46% para cada uno. Sin embargo, estos números deben interpretarse con cautela, ya que la dinámica electoral puede cambiar significativamente en el tiempo que resta hasta las elecciones.
Respecto a la pregunta crucial de quién ganará estas elecciones según la opinión pública, no hay un consenso claro. La polarización y la falta de unanimidad en las encuestas subrayan la incertidumbre que rodea este enfrentamiento político. La sociedad está dividida entre visiones opuestas de liderazgo y dirección para el país, y el resultado dependerá en gran medida de cómo ambos candidatos aborden sus desafíos y conecten con los votantes en los próximos meses.
Desde mi punto de vista, al final el vencedor será Trump. Siempre, claro está, que el Tribunal Supremos acepte su apelación y desconecte los vetos que sobre su persona han establecido dos estados, o los que otros puedan plantear. Y siempre que no vayan a más los escándalos en que aparece sumergido.
