VIGO, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
Así se recoge en la resolución del tribunal provincial, que considera probado que la acusada, que tenía la custodia de su hija, administró a la niña de forma continuada fármacos como tramadol (un analgésico opioide), flecainida (un antiarrítmico que puede tener efecto cardiotóxico) y prometazina (un antihistamínico), al menos entre finales de enero de 2017 y finales de diciembre de 2019, cuando la pequeña tenía entre un año y medio y cuatro años y medio de edad.
La Audiencia señala en la sentencia que esa exposición a los medicamentos tenía que venir del entorno de la niña, y que no pudo probarse una contaminación externa. Así, la madre acudió varias veces al médico para exponer sus sospechas de que su hija no era bien tratada por el padre y que, siempre después de las visitas con el progenitor, presentaba síntomas como somnolencia o dificultades para deambular.
Sin embargo, los exámenes toxicológicos mostraron que la menor había estado expuesta a los fármacos también en períodos en los que no había tenido contacto con el padre o la familia paterna. Además, la Audiencia recuerda que la acusada es enfermera y no solo conoce el efecto de esos medicamentos, sino que puede tener acceso a ellos, al tiempo que ha indicado que considera probado el "proceder perverso y premeditado" de la madre.
DELITOS Y PENAS
Por todo ello, el tribunal la ha considerado autora de un delito contra la salud pública, en la modalidad de drogas que causan grave daño a la salud, y un delito de maltrato en el ámbito familiar, sin que se hubiera quebrantado la integridad física de la niña.
Con arreglo a esto, ha condenado a María del Carmen C.C. penas que suman 3 años y 10 meses de cárcel; le ha impuesto la prohibición de portar armas por un período de dos años y medio; y la inhabilitación para ejercer la patria potestad de la menor por una período de 24 meses. También determina que debe mantenerse la custodia de la niña en manos de su padre.
REVELACIÓN DE SECRETOS
Se da la circunstancia de que esta enfermera fue ya condenada a finales de julio, a otros 3 años y 10 meses de cárcel, como autora de un delito de revelación de secretos, al acceder más de 300 veces al historial médico de su expareja y de la novia de éste, sin su autorización.
En ese caso, María del Carmen reconoció los hechos y expresó su arrepentimiento. Con todo la Audiencia le impuso esa pena de prisión e indemnización para los perjudicados (la acusada ya había consignado 12.000 euros antes del juicio), además de una pena de inhabilitación durante 9 años.
