SANTA CRUZ DE TENERIFE, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
La sentencia, hecha pública este viernes, desestima el recurso interpuesto por el condenado en aplicación de la ley del 'solo sí es sí, y aclara que los hechos no son "de menor gravedad", como planteaba, pues actuó sobre los menores "en su condición de empleado de un centro escolar religioso y en un marco de prevalimiento y abuso de superioridad de singular gravedad, venciendo la resistencia de los menores víctimas a base de insistir, llegando incluso a ofrecerles dádivas".
A su sobrino le llegó a masturbar, tomó imágenes íntimas y llegó a ofrecerle dinero con promesas de que le ayudaría a tener relaciones sexuales con una mujer.
Al resto de menores, a través de redes como Instagram o 'whatsaap' los convenció para que le remitieran fotografías íntimas e incluso, en un viaje escolar a Gran Canaria, reprodujo una película erótica ante dos menores y se masturbó.
Además de la pena de cárcel, el hombre tiene que afrontar indemnizaciones por valor de más de 250.000 euros por los delitos de abuso sexual a menores, exhibicionismo, embaucamiento y utilización de un menor para elaborar pornografía infantil.