MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Así consta en una sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, en la que los magistrados desestiman el recurso de casación interpuesto por Tomás Jiménez Rojo, contra la sentencia, de 20 de septiembre, dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
En abril de 2022, la Audiencia Provincial de Madrid condenó al agresor a 23 años y 9 meses de prisión por delitos de maltrato habitual, lesiones y asesinato con alevosía y ensañamiento. Su defensa solicitaba la libre absolución por una eximente completa de drogadicción.
La mujer, de 49 años y natural de la localidad palentina de Paredes de Nava, trabajaba en el Departamento de Cirugía general y del aparato digestivo del Hospital de la Princesa de Madrid y era colaboradora clínica forense en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid.
Un jurado popular consideró probado que la noche del día 14 a 15 de agosto cuando el acusado, sospechando que su pareja le era infiel, comenzó a propinarle "numerosos golpes en la cabeza y en la cara, le colocó una mordaza consistente en una venda enrollada alrededor de la cabeza, tapando la boca con varios nudos muy apretados así como una cuerda alrededor del cuello". Tras ello, le clavó una navaja, al menos, en cinco ocasiones en las zonas de cuello, tórax y abdomen.
El cadáver de María Pilar fue hallado en agosto de 2019 en el domicilio de la víctima, que vivía junto a su hijo de 8 años y su pareja en una segunda planta de un edificio de viviendas del número 11 de la calle Tenerife. El cuerpo estaba atado y tenía evidentes signos de violencia, con contusiones en la cabeza y lesiones de arma blanca.
Fue un amigo del supuesto asesino quien avisó a la Policía después de que éste le confesara el crimen y le hiciera llegar unas fotografías del cadáver.
La víctima figuraba en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Sistema VioGén) a raíz de una agresión que sufrió en noviembre de 2018. A raíz de esos hechos, fue detenido el agresor, pero la mujer no quiso entonces declarar ante los agentes, ni denunciar los hechos ni solicitar una orden de protección.
