PALMA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los hechos tuvieron lugar en septiembre de 2017. La empresa afectada presentó una denuncia y el Juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza condenó al hombre por un delito de apropiación indebida.
El acusado llevaba unos meses trabajando como vendedor para esta empresa cuando ocurrieron los hechos. Visitó a unos clientes de la empresa que regentaban un kiosco de playa, que le entregaron cerca de 7.000 euros en metálico que debía ingresar en la cuenta de la compañía.
Sin embargo, en lugar de ello se quedó con el dinero y no ha devuelto "ni un solo euro", recoge la sentencia.
La defensa recurrió la condena alegando que el trabajador perdió el dinero o se lo robaron del interior de su vehículo, pero la Audiencia ha rechazado estos argumentos al constatar "que el hecho acreditado es que recibió el dinero y no denunció su sustracción".