MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
En una sentencia dictada este martes, el tribunal con sede en Estrasburgo (Francia) explica que la investigación duró cinco años y fue suspendida en 2019 debido a que se agotó el límite de tiempo para determinar la causa de la muerte y si alguien era responsable.
La madre de la niña fallecida acudió a la Justicia europea para reclamar 100.000 euros y denunciar de que los tribunales españoles no habían investigado lo suficiente las causas de la muerte de su hija, que sufrió heridas irreversibles por el error del ventilador.
Tras el accidente de tráfico, la niña necesitó estar conectada a un respirador, primero en el hospital y luego en su casa. Cuando ocurrió el fallo de la máquina, la chica quedó en coma, en muerte cerebral, un estado en el que permaneció hasta el último día.
La Audiencia Provincial cerró el caso en 2018 al considerar que no existían pruebas contra técnicos instaladores del ventilador ni contra ninguna otra persona en particular. Un año después, el Tribunal Constitucional rechazó el recurso de amparo de la madre.
INVESTIGACIÓN LARGA E INEFICAZ
Ahora, el TEDH considera que la investigación penal fue "excesivamente larga" y dice que, en lugar de hacer una valoración global, los tribunales españoles abordaron los hechos de manera "más bien pasiva, admitiendo simplemente algunas de las pruebas solicitadas por la demandante para averiguar quién había instalado el ventilador, sin esforzarse por establecer la causa de la muerte".
Y recuerda, a continuación, que el juzgado de instrucción archivó las actuaciones tres veces, y durante los cinco años de investigación hubo una "demora importante" al analizar las pruebas.
"El sistema interno en su conjunto, cuando se enfrentó a un caso discutible de negligencia médica que resultó en la muerte de la hija de la demandante, no brindó una respuesta adecuada, efectiva y oportuna de conformidad con la obligación del Estado", concluye.
