SALAMANCA, 5 (EUROPA PRESS)
Según la sentencia, el condenado en la sentencia era directivo de la empresa y tenía acceso a la cuenta bancaria en la que los clientes depositaban las provisiones de fondos para que le entidad procediese al pago de impuestos y de gastos de notaría y gestoría.
Así, el directivo, con responsabilidad en las delegaciones de Salamanca y Valladolid hasta 2014, accedió a la cuenta y realizó diferentes movimientos de dinero de la empresa a cuentas personales por un montante total próximo al millón de euros.
Finalmente, la empresa conoció lo ocurrido después de que clientes informaran de que los pagos no habían sido efectuados, por lo que la compañía tasadora hizo frente a esas liquidaciones de impuestos y otros gastos.