MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Según la Fiscalía, que solicita 5 años de cárcel más otros 4 de libertad vigilada tras salir de prisión, Mohamed A. "se ha capacitado a sí mismo para realizar actos violentos, ataques con armas o con vehículos a población civil, creando con ello un peligro concreto e inminente de realización de estos actos", refleja su escrito de conclusiones provisionales, recogido por Europa Press.
En un registro en la vivienda del acusado, la Guardia Civil halló dos teléfonos móviles que contenían documentos y vídeos de temática religiosa, donde aparecían imanes "conocidos por la predicación de doctrina salafista" o jóvenes adoctrinadores. En cuatro ocasiones, Mohamed A. se grabó a sí mismo ofreciendo alabanzas al dios Alá y a su profeta Mahoma. Además, tenía imágenes de pistolas, fusiles, navajas o personas armadas, según el escrito del Ministerio Fiscal.
También reseña el Ministerio Público que el acusado tenía en su móvil instaladas varias aplicaciones, entre ellas un juego que "simula en primera persona las tácticas de ataque de un soldado armado con un fusil de asalto"; un medidor en tiempo real de afluencia de personas y accesos a un punto determinado; varios simuladores de conducción de camiones, o plataformas para alquilar coches y furgonetas.
CORÁN Y PINTADAS EN LA CÁRCEL
Asimismo, el escrito fiscal de acusación plasma que en la vivienda del acusado los agentes de la Benemérita encontraron un Corán, el libro sagrado del islam, con la página doblada "a modo de marca" en un pasaje que dice: "Matad a los idólatras dondequiera que los halléis", siempre y cuando "hayan pasado los meses sagrados".
El 3 de julio de 2019, la Guardia Civil arrestó al acusado en Tarifa por saltarse la prohibición de regresar a España, que lo había expulsado hacia Marruecos. Por este motivo volvió a la cárcel, donde permaneció hasta mayo de 2020, cuando salió en libertad vigilada y se fue a casa de su hermana, residente legal en España.
Dentro de la cárcel de Algeciras había coincidido con otros presos condenados por delitos de terrorismo. La casa de uno de ellos fue registrada por orden del Juzgado Central de Instrucción Número 2 y en un armario se encontró una carta que Mohamed A. le había enviado cuando ambos estaban internos en la cárcel y en la que el acusado le pedía que le diera un Corán.
Mientras estuvo en prisión cumpliendo una condena de la propia AN a dos años y dos meses, añade el Ministerio Fiscal, Mohamed A. "exteriorizó su adhesión al ideario y métodos de la organización terrorista DAESH" mediante varias pintadas "con simbología propia" de Estado Islámico o en conversaciones con otros presos.
