“El Ministerio Fiscal responde específicamente a los principios de legalidad, imparcialidad, unidad de acción y dependencia jerárquica, y las nuevas reformas van a potenciar estos principios que le han hecho grande”, ha matizado Campo.
Según el ministro, no debe verse como una amenaza la relación que el Gobierno tiene con el Ministerio Fiscal, “presidida por lealtad institucional, el respecto a la legalidad y por preservar el papel y el rol constitucional de cada uno de los actores”.
Campo ha explicado también al Grupo Republicano que en el anteproyecto de la nueva LECrim, los fiscales asumen un mayor protagonismo en la fase de investigación del delito, y serán los principales responsables de impulsar y dirigir la investigación, mientras que los jueces serán los encargados de velar por el cumplimiento de los derechos y garantías procesales de los investigados.
Así, el propio anteproyecto de la LECrim contempla, en su Disposición Final 2.ª, la reforma del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, con el fin de ajustar la organización de esta institución al nuevo modelo de proceso penal.