MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
La sentencia del tribunal, cuyo ponente ha sido el magistrado Enrique López, remarca que el acusado mostró en el juicio su arrepentimiento, pero que al mismo tiempo reconoció que durante su actividad en las redes sociales "no desconocía el eco que despertaban sus mensajes", de modo que "era plenamente consciente de lo que estaba haciendo de forma reiterada".
De hecho, el acusado dijo que cuando lo hizo era un "crío" y que desde que le detuvieron no ha vuelto a subir ningún contenido a sus redes sociales, el acusado ha dicho estar "arrepentido". "Estoy contra el terrorismo. Vivo en un país, que es España, en el que tenemos libertad. Compartí esas cosas, pero no para hacer nada", apuntó.
Sin embargo, los magistrados comparten el mismo razonamiento que la Sala de instancia, y es que "los mensajes enviados, dada la difusión alcanzada, y su intrínseco contenido, son idóneos para generar entre la juventud musulmana a que se dirigen un claro riesgo abstracto o indirecto de radicalización yihadista de los receptores de tales mensajes, impulsándoseles con ellos a abrazar la yihad bajo los postulados de la organización terrorista Estado Islámico".
El criterio manifestado por la Sala de Apelación en esta sentencia se distingue claramente del mostrado en anteriores resoluciones en las que rebajó la condena al rapero Pablo Hasel y a los miembros del grupo 'La Insurgencia' porque consideró que enaltecer a ETA y a los GRAPO ya no constituye riesgo por ser bandas terroristas extintas.
