ALMERÍA, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
Al cabecilla de la organización le impone seis años y dos meses de cárcel ya que, reincidente, se concertó con terceros en Marruecos para tal fin y se dotó de la infraestructura necesaria como "barcos de recreo, lanchas rápidas y camiones de gran tonelaje" que utilizaba para distribuir la droga por Europa Press.
Según recoge la sentencia, consultada por Europa Press, tenía un papel "preponderante" en el grupo y era el encargado de organizar la infraestructura personal y material, de disponer lo necesario para llevar a cabo el transporte de la droga al lugar de depósito, de "custodiarla" hasta el momento de su ulterior comercialización y también de abonar las cantidades de dinero pactadas con los proveedores, transportistas, descargadores y demás implicados en los hechos.
A tal efecto, para "eludir" el control de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ordenaba transportar el hachís en barcos de pesca y recreativos debidamente matriculados y legalizados para faenar en la mar.
El Alto Tribunal considera probado que, en fechas próximas a febrero de 2011, decidió introducir en España una importante cantidad de hachís procedente del vecino Reino de Marruecos, contando para ello con la colaboración activa de dos de los procesados y condenados a cuatro años y seis meses de prisión.
Estos eran los encargados de dirigir y coordinar los actos previos, coetáneos e inmediatamente posteriores a la salida del hachís de territorio marroquí, tales como sus preparativos, transporte, vigilancia y custodia hasta el momento del trasbordo a la embarcación que hubiera de recogerlo en alta mar hasta la motonave rápida que hubiera de transportarlo a las costas españolas, o, en su caso, al camión de gran tonelaje en el que debería atravesar el territorio de la Unión Europea.
Un cuarto enjuiciado, condenado a dos años y seis meses de cárcel, como "hombre de confianza" del cabecilla tenía la función de comunicar con terceros residentes en la provincia de Almería y contactos necesarios en el mundo del narcotráfico para, así, conseguir los medios materiales y personales necesarios para la recepción, transporte y custodia del hachís, una vez en territorio nacional, así como de la realización de todos aquellos actos auxiliares que le fueran encomendados, tales como establecer lazos puntuales con transportistas y descargadores.
En ejecución del plan concebido, sobre las 20,40 horas del día 4 de febrero de 2011, cuando los cuatro realizaban funciones de dirección y vigilancia en las proximidades del lugar de los hechos, arribó a la Playa de La Milla', de Balanegra, según previamente habían planificado, una embarcación de 6,20 metros de eslora y 2,20 metros de manga, provista de un motor fuera borda con potencia de 115 CV junto a una segunda embarcación del tipo lancha neumática tripulada por personas desconocidas.
En ese momento, por un elevado número de personas se procedió a la descarga de numerosos fardos de arpillera, hasta un total de 51, que resultaron contener hachís en cantidad de 1.750,697 kilogramos, que habrían alcanzado en el mercado ilícito un valor de 2.563.020,408 euros siendo su fin la distribución entre terceros, y que no llegaron al destino final previsto al producirse en ese mismo momento la intervención de Fuerzas de la Guardia Civil y del Servicio de Vigilancia Aduanera.
En el acto fue detenido el patrón de la embarcación y otras tres personas encargadas de alijar la droga, todos condenados a dos años de prisión, mientras que el resto, incluido el cabecilla y sus tres "colaboradores inmediatos", pudieron darse a la fuga.
Pese a la incautación de la cantidad de hachís antes referida, el líder, en unión uno de sus hombres de confianza, decidió comercializar en territorio de la Unión Europea otra importante cantidad de la misma sustancia de la que disponían o de la que consiguieron disponer a fecha de 1 de marzo de 2011.
Con esa finalidad, el día citado, en una nave alquilada por Rubén del Polígono industrial de La Curva de Adra, los dos, junto a otros dos encausados, dispusieron todo lo necesario para cargar un camión de gran tonelaje con 69 fardos de hachís con un peso total de 2.712'702 kilogramos y con un valor en el mercado ilícito de 3.971.395,728 euros.
El alijo tampoco llegó al destino previsto al ser interceptado el vehículo y su remolque por agentes de la Guardia Civil cuando circulaba por la A-7, con destino a Italia, siendo su fin la distribución entre terceros.