ES EN OHIO
Las votaciones han comenzado en muchos estados. En Ohio, el más decisivo de todos, Obama lleva la delantera a Romney en las encuestas. La patria chica de Steven Spielberg, antigua granja y fábrica de EEUU, ha apoyado al ganador desde 1964 y nunca un republicano ha llegado a la Casa Blanca sin el respaldo del los habitantes de este estado. En los actuales comicios, es muy posible que el empate se deshaga gracias a sus 18 votos electorales. Antes del 6 de noviembre Obama lo habrá visitado más de doce veces en un mes y Romney, otro tanto. Los demócratas han llegado a enviar al insuperable dúo compuesto por Bill Clinton y Bruce Springsteen a hacer campaña en Parma, el mayor suburbio de Cleveland. En Ohio el presidente se apoya en los trabajadores, que empiezan a percibir que la economía mejora. En especial tiene el respaldo de los de la industria del automóvil, a los que rescató con dinero público en 2009. Además aspira a lograr el voto de más mujeres y jóvenes, y gana entre las minorías raciales, con una clara ventaja entre los hispanos. Su maquinaria local para llevar a votar a sus simpatizantes es superior a la republicana. Le beneficia también el hecho de que se presenta un partido libertario que quitará votos a Romney.
El aspirante republicano cuenta con que su partido ganó claramente en 2010 las elecciones a gobernador y las legislativas. Hasta el huracán Sandy, tenía el viento a su favor en las encuestas nacionales y en Ohio había recortado la distancia a la mitad y confiaba en que a los indecisos les gusta apoyar al posible ganador. Pero la situación ha cambiado en pocos días. Mientras el noroeste del país empieza a recuperar la normalidad y Obama hace de comandante en jefe, la campaña cobra máxima intensidad en el estado de los castaños gigantes.