MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El presidente del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, ha defendido que es "altamente razonable" que la nueva Ley de Acceso a las profesiones de abogado y procurador exija a los futuros letrados una "acreditación o cualificación" superior a la "simple" obtención de la titulación universitaria.
"He podido comprobar el buen hacer de abogados y procuradores aunque no faltan tampoco los lunares", ha afirmado el presidente del TC cuando se ha referido a la Ley 34/2006, que exige a los estudiantes de Derecho la superación de un posgrado universitario, de un periodo de prácticas y de un examen final para poder ejercer.
Sala ha subrayado que se trata de un asunto de "enorme trascendencia social" para el correcto funcionamiento de la Justicia y ha recordado que la profesión de abogado es "una de las pocas" que menciona la Constitución al hablar del derecho a la tutela judicial efectiva.
Durante el II Congreso Nacional de Derecho, celebrado en la Universidad Carlos III de Madrid, Sala ha agradecido su invitación a estas jornadas que demuestran la "excelencia y su firme apuesta por una enseñanza pública de calidad". "Seña de identidad de esta universidad que la coloca en la vanguardia de las universidades españolas", ha agregado.
LAS REFORMAS MERECEN UNA "REFLEXIÓN MUY MEDITADA"
Dicho esto, el presidente del TC ha puesto en valor el "indudable interés" de los asuntos que debatirán los estudiantes, entre los que se encuentran las reformas legislativas anunciadas por el Gobierno para "hacer frente a la delicada situación que atraviesa España" y el protagonismo que tendrán las Cortes Generales.
"Apuntan al corazón mismo del Estado democrático y social de Derecho que consagra la Constitución Española y que merecen una reflexión muy meditada", ha añadido.
En este punto, ha aludido a su participación el pasado lunes en los actos de conmemoración del bicentenario de la Constitución de 1812. Sala ha elogiado la influencia que tuvo 'La Pepa' en Iberoamérica, en Europa y en los posteriores textos constitucionales, entre ellos la Carta Magna de 1978.
Por último, el presidente del Constitucional ha concluido que "aquella efímera Constitución fue derogada, sino perseguida e inclusive ajusticiada".