MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha procesado por 450 delitos a los 28 supuestos miembros de la banda liderada por Ángel Suárez Flores, 'Cásper', que se dedicaba presuntamente a robar cargamentos de cocaína a narcotraficantes, a los que llegaban a secuestrar, amenazar y torturar amputándoles algunos miembros al objeto de obtener la información que necesitaban.
'Cásper', que fue detenido en mayo de 2011 en Majadahonda (Madrid) junto a otras 21 personas, y el resto de presuntos integrantes de esta "organización de organizaciones criminales" es procesado por los delitos de tráfico de drogas, secuestro, lesiones, robo con violencia, mutilación/amputación de miembros, extorsión, coacciones, tenencia ilícita de armas, allanamiento de morada, asociación ilícita y blanqueo de capitales.
Los otros responsables de la banda eran Jorge Juan Berzosa, 'El Informático'; Diego Moreno Jiménez, 'Mario'; Bruno Pierre Jacques Morone, 'El Francés'; y Juan Manuel Candela Sapieha, 'Napo'; según consta en el auto de procesamiento, en el que el instructor también imputa un delito contra la salud pública a seis presuntos narcotraficantes que fueron víctimas de los robos o 'volcados' de los cargamentos de droga.
Según la resolución judicial, 'Cásper' actuaba como "líder férreo" de una organización que estaba dividida en varias ramas: la "técnica o madrileña", dedicada al control y manejo de dispositivos de vigilancia y grabación y a la apertura de cerraduras; la "dura o valenciana", encargada de secuestros y extorsiones; la "de apoyo o francesa", que daba apoyo y cobertura a las dos anteriores; la de "blanqueo de capitales", que devolvía al mercado el dinero sustraído; y la "logística", que desde Madrid y Valencia facilitaba viviendas y coches al grupo para cometer sus "fechorías".
'Cásper', que fue condenado en junio de 2004 a un año de prisión por el robo de 17 obras de arte de la vivienda de la empresaria Esther Koplowitz, se encargaba de obtener el 'santo' --la información, según el argot delincuencial, sobre los cargamentos de cocaína que organizaciones de narcotraficantes pretendían introducir en España-- para después hacerse con ella.
AMPUTACIÓN DE UN PULGAR
El juez detalla en su auto ocho actuaciones delictivas, entre las que se encuentra el secuestro la obtención de un cargamento de droga procedente de Bolivia en agosto de 2009. Para lograrlo, varios integrantes de la red que se hicieron pasar por guardias civiles secuestraron a un hombre y le trasladaron a una nave de Algeciras (Cádiz), donde le amenazaron y golpearon durante más de diez horas, llegando a cortarle el dedo pulgar de un pie hasta obtener el nombre del encargado de tramitar el contenedor.
Una vez localizado el intermediario, le raptaron y le llevaron a la misma nave, donde le golpearon de forma repetida. El cargamento entró en España a finales de 2009 y quedó depositado en una nave de Jerez de la Frontera (Cádiz). Para apoderarse de la droga, 'Cásper' y sus hombres secuestraron a los cuatro encargados de su traslado y distribución haciéndose pasar por agentes de la Benemérita, un juez y un secretario.
A uno de ellos le rompieron el codo con la barra de hierro de una chimenea y a otro la partieron las dos piernas, las muñecas y las costillas y le quemaron con un soplete hasta provocarle un paro cardiaco. Finalmente, consiguieron hacerse con los 211 kilos de cocaína procedente de Bolivia oculta entre las losetas de madera.
UN PROSTÍBULO Y UNA VACUNA CONTRA EL CÁNCER
En otra ocasión la estructura criminal puso en marcha sofisticados métodos de espionaje para hacerse con un cargamento de cocaína que iba a ser introducida en España por Alicante y que era propiedad de un miembro del grupo criminal conocido como 'Los Miami'.
Al objeto de blanquear el dinero obtenido con los 'volcados', la red de 'Cásper' intentó comprar un hotel en Santa Pola (Alicante) para abrir el mayor prostíbulo de Europa, para lo cual hizo entrega de 120.000 y 660.000 euros en efectivo en billetes pequeños. La operación, sin embargo, fue abortada por su detención.
El grupo, que también amenazó a testigos de sus acciones desde la cárcel de Valdemoro (Madrid), donde 'Cásper' estaba preso, intentó adquirir un establecimiento de Marbella (Málaga), un centro comercial entero en La Coruña valorado en 140 millones de euros y la concesión de un hipermercado en Madrid.
Otros de sus propósitos era adquirir una vacuna contra el cáncer en Sudamérica, entrar en el negocio del biodiesel en Ucrania y en el de la madera, así como participar en la construcción de un puerto en Kribi (Camerún).
"PIEZAS DE AJEDREZ"
El juez Velasco detalla que una vez obtenida la información, 'Cásper', que también utilizaba los alias de 'Óscar', 'El Loco' o 'El Padrino de Madrid', movía a sus hombres como "piezas de ajedrez" y les ponía a trabajar en tareas de informática, cerrajería, reparaciones, electrónica, camuflaje, espionaje, balizas, infraestructuras de coches y localizadores de vehículos.
"La suma de tanta especialización y sofisticación de roles añade al reparto de papeles y a la atomización de conductas un plus, contrarísimo al orden público y mucho más que la mera codelincuencia", señala el magistrado en su auto, en el que detalla que la especialización de la red llegaba incluso a colocar cámaras de visión nocturnas camufladas en ramas de árboles.
Los miembros de la trama también aplicaban medidas de seguridad "extremas", como cambiar constantemente de terminales telefónicos, fraccionar la información enviándola a través de varios terminales o enviar mensajes falsos para despistar a los investigadores. Además, utilizaban numerosos alias, suplantaban identidades para no facilitar datos personales, utilizaban pelucas, pasamontañas y uniformes policiales y cambiaban a diario de vehículos para evitar el rastreo.