CIUDAD REAL, 18 (EUROPA PRESS)
Por su parte, el acusado, identificado por las iniciales F.J.L.F., de 46 años, ha negado que estafará a la familia y ha dicho que no pudo devolver el dinero que le adelantaron por la quiebra de su empresa.
La Sección Segunda de la Audiencia de Ciudad Real ha empezado este martes a juzgar a este hombre por un delito contra la propiedad intelectual y otro de estafa, por los que se le pide en total seis años y ocho meses de cárcel.
El hombre creó la empresa Sedcamsystem de Tratamiento de Documentación Clínica Sociedad Limitada, a través de la cual ofrecía "servicios de imposible cumplimiento" de agilización de citas hospitalarias y ambulatorias y optimización de tratamientos clínicos.
Para este fin, en los logotipos que utilizaba en diferentes soportes imprimía una 'S', muy similar a la utilizada por el Servicio de Salud de Castilla La Mancha (SESCAM) y el propio escudo de la Junta de Comunidades.
En marzo de 2008, prestó sus servicios a una paciente y su familia para enterarse de lo que realmente le pasaba a la paciente, volviendo al poco tiempo diciendo que padecía un grave tumor de cápsula suprarrenal.
A partir de ahí, les dijo a hijos que las únicas soluciones que había era una intervención quirúrgica de gran riesgo o un tratamiento de mantenimiento, que él se dispuso a tramitar para que lo pudiera recibir en su casa.
Incluso, llegó a transmitir a los hijos que había hablado con un hospital en Pamplona y que de allí le habían comentado que el tratamiento de mantenimiento era lo más adecuado.
Con ello, pidió a la familia una cantidad superior a 25.000 euros, que le fue entregada, tras asegurar que podía conseguir una reducción en el precio total del tratamiento.
Posteriormente, les señaló que no podía haber logrado esa rebaja y les reclamó otra cantidad, que, en este caso, ascendió a más de 14.000 euros, cantidades ambas que le fue ingresada en una cuenta bancaria, de la que fue sacando diversas cantidades, hasta dejarla inoperativa.
CONTACTO
Una de las hijas ha reconocido en la primera sesión de la vista oral que conocía al acusado y que le pidió ayuda para solucionar el problema de su madre, dado que consideraban que no estaban recibiendo una información satisfactoria de lo que le estaba pasando a su madre.
Los hijos de la paciente, cinco en total, que sigue con vida, han reconocido en su declaración que, en todo caso, no sabían si el procesado era ATS o médico.
La presunta estafa se empezó a detectar cuando el hombre no devolvía el dinero que le había dado la familia y, sobre todo, cuando la madre, una vez que tenía ya el alta hospitalaria, fue a hacerse una revisión al hospital y no se conocía qué doctor había pedido tal prueba, supuestamente, gestionada por el acusado.
