El Tribunal desestima el recurso de casación interpuesto por la defensa de contra la sentencia condenatoria dictada en octubre de 2009. Se le condenó por un delito de asesinato con la agravante de motivos ideológicos y por tentativa de homicidio, absolviéndole de tenencia ilícita de armas y de amenazas.
El Supremo niega que actuase en legítima defensa, tal y como sostenía la defensa indicando que "el apuñalamiento y muerte de Palomino no respondía al intento del acusado de evitar un grave peligro para su vida o su integridad física".
Además de los 26 años de prisión, ha sido condenado a indemnizar con 92.257 euros a la madre de Palomino y con 67.096 euros al padre.