La enmienda aprobada para resolver la cuestión del agua establece, en el preámbulo del texto, que Castilla-La Mancha considera necesaria la existencia de una reserva de agua 4.000 hectómetros cúbicos para atender las necesidades de la región.
Asimismo, apunta que la región cree necesaria la participación de la Junta en los órganos de gestión y control del trasvase Tajo-Segura "mientras subsista".