El Supremo considera que el relato de los hechos realizado por la denunciante "no es demasiado claro y comprensible". La mujer sostuvo que mientras sucedían los hechos intentó despertar a su esposo sin conseguirlo. Y pese a que gritó y lloró, ninguna de las personas presentes en el salón acudió a ayudarla.
La Audiencia de Madrid consideró al acusado culpable de esa agresión sexual y le condenó a siete años de prisión.
Ahora, el Supremo le ha absuelto en una sentencia que sostiene que la versión de la mujer "no tiene el sustento probatorio de cargo necesario para llegar a una condena" y que "resulta casi imposible, dado el reducido espacio, que no se oyeran gritos y lloros procedentes de esa zona".