De esta forma, el Gobierno cumple los plazos de aprobación del texto integrado, que expiraban el próximo 1 de julio, fecha en la que la Ley de Suelo cumple su primer aniversario desde su entrada en vigor.
Así, la Ley de Suelo, que ha supuesto una revolución en relación con las anteriores legislaciones de suelo de la democracia, se convierte en un código unificado para actuar como herramienta para conseguir un ordenamiento del territorio sostenible, para frenar el mercado especulativo del suelo, para combatir la corrupción urbanística y para abrir los procesos inmobiliarios a los ciudadanos.
Hasta ahora, a pesar de la aprobación de la Ley de Suelo, aún existían una serie de códigos normativos dispersos procedentes de la anterior ley de 1992.