Según establece dicha Resolución, cada profesión liberal debería examinarse por separado para que las normas sobre la competencia se apliquen a la asociación “sólo cuando actúe exclusivamente en interés de sus miembros”.
La Resolución, presentada en común por todos los grupos políticos, establece también que se ha de limitar la diversidad de los distintos grupos profesionales derivada de la cultura, tradición jurídica, sociología y etnología, que dificultan la creación de una sociedad europea común.
Por otro lado, el Parlamento aclara que el objetivo de promover la competencia en el seno de las profesiones debe ser compatible, en cada caso, con el objetivo de preservar las normas puramente éticas específicas de cada profesión.
Como conclusión, el texto añade que es imprescindible establecer normas “en lo que se refiere a la organización, cualificaciones, ética profesional, supervisión, fiabilidad, imparcialidad y competencia de los miembros para prevenir conflictos de intereses y publicidad engañosa”.