En este primer proyecto el artículo 2, titulado “valores de la Unión”, no incluye referencia alguna a la herencia religiosa, en general, ni al cristianismo como fundamento de la historia y la cultura europeas.
Sin embargo, el debate sigue abierto porque dicha referencia se trasladó al preámbulo de la Constitución, que será debatido al final de los trabajos de la Convención Europea.
El debate ya tuvo lugar hace tres años, cuando se redactó la Carta Europea de Derechos Fundamentales, proclamada en diciembre de 2000 por los Quince, y en la que el veto francés dejó la discusión en una mera referencia al “patrimonio espiritual y moral” europeo.