Las Corporaciones de Auditores han enviado sus propuestas al Instituto de Censores Jurados de Cuentas y, en ellas, piden colaboración recíproca con los supervisores, un régimen para auditores no ejercientes y la reducción de los clientes sujetos a rotación de socios y equipos.
Las propuestas de las Corporaciones tratan de reducir el “tono intervencionista” de la reforma y consideran que sería preferible abordar una reforma global, no sólo parcial, de la Ley de Auditoría de Cuentas.
Entre los aspectos en común de las propuestas del sector, destaca la colaboración recíproca con los organismos supervisores. Los profesionales aceptan que la Ley Financiera habilite a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, a la Dirección General de Seguros y al Banco de España a acceder a sus papeles de trabajo si lo consideran necesario.
Sin embargo, coinciden en solicitar que exista una colaboración en las dos direcciones, de forma que estos organismos supervisores estén obligados a informar a los auditores y a colaborar con ellos.
Además, tanto los censores como los titulados mercantiles defienden que se sustituya la actual obligación de renovación anual del contrato de auditoría por prórrogas de tres años.
Las corporaciones también defienden que se eleve hasta 100 millones de euros, en vez de los 30 millones fijados en la Ley Financiera, la facturación de clientes a efectos de la rotación de socios y equipos responsables de la auditoría.