SANTIAGO DE COMPOSTELA, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
Según se recoge en la sentencia, en agosto de 2023, el acusado golpeó un vehículo cuando cruzaba la calle y, después, saltó sobre el capó, hecho que fue presenciado por un grupo de peregrinos. El investigado, "muy alterado", los siguió por la calle gritando que los iba a matar y, cuando el grupo se paró, comenzó a agredir a dos peregrinos, un hombre y una mujer. La Sala indica que a uno de ellos le propinó patadas en cabeza y el cuerpo y, al otro, lo lanzó contra un escaparate.
El tribunal, por lo tanto, desestima los recursos de apelación presentados tanto por la defensa del condenado como por la acusación particular. Los magistrados entienden probado que el ataque a una de las víctimas comprometió su integridad, pues le propinó "diversas patadas mientras se encontraba en el suelo, sin conocimiento y sin posibilidades de defensa propia".
La Sala rechaza la solicitud de condenar al investigado por un delito de asesinato u homicidio en grado de tentativa, pues los hechos que consideró acreditados la Audiencia Provincial "no abonan tal calificación jurídica". La sentencia no es firme, pues se puede recurrir ante el Tribunal Supremo.
Deberá indemnizar a una de las víctimas con 16.627 euros --necesitó 223 para curarse de sus lesiones-- y a otra con 650 euros. También tendrá que pagar una multa de 240 euros.