CÁDIZ, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Según la sentencia, recogida por Europa Press, en diciembre de 2019 el acusado contactó con la víctima, a la que conocía desde hacía unos diez años por haber realizado negocios y ser amigo de su padre, con el pretexto de ofrecerle una intermediación en dichos negocios. Así, acompañado de su esposa, invitó a la víctima y su entonces pareja a "una costosa comida, tras lo cual continuó invitándolos a comidas y también a alojamientos en distintos establecimientos situados en Cádiz, Marbella y otras localidades de Andalucía".
La finalidad, según los hechos probados de la sentencia, era la de "aparentar ante la víctima una gran situación económica, lo que se prolongó durante buena parte del año 2020". "En estos encuentros los acusados, con la intención de obtener un ilícito beneficio de la víctima le decían a éste, así como a su pareja, que el dinero que tenían procedía de un negocio de inversión en criptomonedas gestionado
por un broker, lo cual no era cierto, llegando a manifestar el acusado que era director comercial de la empresa de inversión y a mostrarle un contrato tipo de inversión", recoge la sentencia.
Finalmente, el 12 de octubre de 2020, la víctima firmó un contrato aparente de inversión en criptomonedas que le había sido previamente remitido por los acusados y, siguiendo las instrucciones de estos, el día 13 efectúo una transferencia de 15.000 euros a una cuenta titularidad de una entidad cuya administradora es la acusada. Además, a final de ese mismo mes realizó un ingreso de otros 5.000 euros.
Así, los acusados se apoderaron de los 20.000 euros transferidos por la víctima, al que fueron remitiendo semanalmente, fingiendo ser el broker, mensajes telefónicos que le informaban de que estaba obteniendo un rendimiento del capital del 20%. Cuando la víctima quiso recuperar parte de los supuestos beneficios los acusados rompieron toda comunicación con él.
Por ello, el hombre acusado ha sido condenado a dos años de prisión por un delito de estafa agravada por abuso de relaciones personales, mientras que su esposa y acusado ha sido condenada a un año de prisión por delito de estafa, así como a la indemnización de 20.000 euros a la víctima. La sentencia de la Audiencia fue recurrida ante el TSJA, que ha desestimado el recurso y confirmado la resolución dictada por el tribunal provincial.
