MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El Juzgado Central de Instrucción Número 6 ordenó que Verbeke fuera puesto en manos de las autoridades belgas, ejecutando así una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) cursada por éstas para que fuera juzgado por dichos delitos, pero él recurrió.
Verbeke alegó que tiene 81 años, vive en España desde hace diez y que la OEDE incumple los requisitos legales porque no describe con precisión las circunstancias --modo, momento, lugar-- de su participación en los hechos que se le imputan, que además sostenía que no habían ocurrido en Bélgica.
"Sin embargo, no se puede estar de acuerdo con esas alegaciones", ha concluido la Sala de lo Penal en un auto del pasado 19 de octubre, de modo que desestima el recurso formulado por Verbeke y ordena que sea enviado a Bélgica en un plazo de diez días.
Y, en otro auto, la Sección Tercera ratifica además la prisión acordada para el reclamado con el fin de que se pueda ejecutar su entrega teniendo en cuenta el "evidente" riesgo de fuga para el caso de que quedara en libertad.
ACRIBILLAR A BALAZOS
Los jueces han destacado que habría amenazado a sus víctimas con "acribillarles a balazos con un AK-47 o provocar un incendio de sus casas u otras exigiendo dinero y emitiéndoles ultimátum mediante mails".
Para los magistrados, "el hecho de haberse recibido por cuantiosas figuras públicas belgas del mundo de la política y del deporte las numerosas amenazas (...) en territorio belga, hace competente a ese país para su castigo".
En este sentido, han explicado que "la parte más necesaria de la acción, que es la recepción de las amenazas, donde se ha ocasionado el consiguiente desasosiego e intranquilidad perseguidos penalmente", habría tenido lugar en Bélgica, no en España, si bien han apuntado que "posiblemente" se hayan emitido desde aquí.
Asimismo, han considerado que no ha quedado probado que lleve viviendo diez años de forma continuada en España, aunque han aclarado que el arraigo no es causa de denegación sino sólo de condicionamiento de la entrega.
Sobre los supuestos defectos de la OEDE belga, la Sala de lo Penal aprecia en cambio que "cumple todos y cada uno de los requisitos", incluida la concreción de su presunto rol de "autor material confeccionador y emisor de los textos amenazantes y acosadores" lanzados por correo electrónico y redes sociales.
Con todo, ha descartado que sufra "la indefensión que sería necesaria para denegar la entrega, que es aquella en la que el reclamado va 'a ciegas' a un país sin saber básicamente a qué". "Negamos que ocurra en este caso", ha zanjado.
