MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los hechos ocurrieron el 26 de enero de 2014, cuando un grupo de militares estaban desplazados en Jaca para la realización de unas maniobras. De madrugada decidieron acudir a un bar de la localidad y allí siete de ellos se vieron envueltos en una disputa con otras dos personas.
Según relata la sentencia, el suceso se inició en los baños del local, ante lo que el dueño, un policía municipal, decidió desalojar el bar en el que se encontraban decenas de personas para evitar más incidentes.
Los dos denunciantes, un policía local y un profesor del municipio, aseguran que fueron agredidos ya en el exterior y uno de ellos fue increpado con gritos de "negro, moro y musulmán". El otro fue a buscar ayuda a una comisaría de Policía cercana.
Sin embargo, la sentencia sostiene que las acusaciones únicamente se sustentan "en las manifestaciones de los propios acusados, que no parecen suficientes para desvirtuar la presunción de inocencia". Y destaca la colaboración mostrada por los militares --un capitán, un sargento primero y cinco soldados--.
Además, la Audiencia apunta que tampoco se puede afirmar que algún acusado concreto "llegara a proferir insultos o descargar golpes", ante lo que dicta la absolución de los siete militares "ante las dudas existentes".
