JAÉN, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El tribunal constata en la sentencia "una connivencia entre los trabajadores y los empresarios quienes favorecen la estructura que les permitió a dichos trabajadores acceder al subsidio y que aunque trabajaren en las fincas, se certificó un exceso de jornadas realmente no trabajadas para obtener los requisitos exigidos y recibir unos subsidios de forma indebida, defraudando a la Seguridad Social, en la dinámica comisiva de engañar a la Seguridad Social".
Durante el juicio celebrado el pasado 23 de abril, los cuatro empresarios rechazaron uno por uno el haber dado altas ficticias de trabajadores, mientras que el resto de acusados, nueve mujeres y un hombre, negaron haberse beneficiado de estas altas ficticias en la Seguridad Social para poder cobrar las prestaciones en concepto de renta agraria. En este sentido, coincidieron en defender que todos ellos echaron sus peonadas y como tal luego solicitaron las prestaciones correspondientes.
Los hechos probados y sentenciados se remontan a diferentes periodos de tiempo comprendidos entre los años 2011 y 2015. A través de tres empresas ubicadas en la provincia de Jaén y dedicadas a la agricultura y al cultivo de frutos oleaginosos, los acusados les dieron de alta en la Seguridad Social simulando así relaciones laborales inexistentes con la finalidad de acreditar a las mismas la realización de las 35 jornadas que se requieren para obtener el subsidio de la renta agraria, sin que efectivamente hubiesen realizado las citadas jornadas.