BILBAO, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
La plantilla de Incoesa plantó cara a la decisión empresarial de cerrar la planta de Bedia y deslocalizar la producción a las plantas situadas en Soria y Extremadura. Durante todo ese tiempo de lucha, hubo resoluciones judiciales favorables a los trabajadores y que "evidenciaban la viabilidad de esta empresa, hasta que el 23 de Mayo, sin justificación alguna y tras un cambio de criterio, el juez autorizó dichas extinciones", ha señalado el sindicato.
Ahora, casi nueve meses más tarde, otro Tribunal anula dicha decisión y obliga al Juez de lo Mercantil a emitir nuevo auto de extinción, teniendo en cuenta las alegaciones realizadas por la representación de los trabajadores.
El sindicato LAB ha valorado "positivamente" dicha resolución, puesto que "una vez más se ha evidenciado que el cierre no respondía a una necesidad real, sino a una decisión empresarial de deslocalizar la producción". "Aún así, esperamos con cautela los pasos que a partir de ahora deberán dar tanto el juez como el administrador concursal", ha concluido.
