MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
En un auto emitido el pasado 9 de octubre, seis días después de la interposición de la querella, el juez José Emilio Coronado ordena abrir diligencias previas y dar parte al fiscal para que emita su informe.
No obstante, según informa en un comunicado Esther Leal, abogada de Begoña Ruiz-Mateos y de su marido, Antonio Biondini, el Juzgado prevé inhibirse en el caso en favor de la Audiencia Nacional, que investiga a los Ruiz-Mateos por la presunta estafa a los inversores de pagarés de Nueva Rumasa.
El matrimonio, según su abogada, prevé interponer un recurso contra esa decisión del juez de Instrucción "tan pronto como tenga conocimiento del auto", al entender que los hechos que han denunciado "no son los mismos que se enjuician en la Audiencia Nacional".
La querella se dirige contra doce personas, concretamente los seis hermanos varones de Begoña y su primo Alfonso Barón; Ángel de Cabo, Iván Losada y Fernando Lavernia, nuevos propietarios o gestores de Nueva Rumasa; el abogado Juan Pedro Cosano y el exdirectivo del 'holding de la abeja' Luis María Sanz Martín.
Begoña Ruiz-Mateos y su marido denuncian a los hermanos de ésta por incumplimiento de un acuerdo alcanzado en 2004 en el seno de la familia por el que las hijas renunciaban a la gestión y a sus derechos de herencia sobre las empresas del grupo familiar a cambio de pagos en efectivo y de varias propiedades inmobiliarias.
RECLAMAN 260 MILLONES DE EUROS.
Ahora reclaman 260 millones de euros, correspondientes al valor de la 13ª parte del valor de las empresas, activos y marcas de Nueva Rumasa en 2004 y como perjudicados por la venta "fraudulenta" del holding a sociedades vinculadas a Ángel de Cabo.
Sobre la operación de venta de Nueva Rumasa, aseveran que "existen pactos secretos" con Ángel de Cabo que tienen por objeto "el reparto de los beneficios logrados con las operaciones de liquidación y con los concursos de acreedores".
Además, según consta en la querella, consideran que los hermanos Ruiz-Mateos han iniciado actos dirigidos a la creación de la denominada Tercera Rumasa, "al haber utilizado como testaferros a amigos de la infancia de José María Ruiz-Mateos Rivero".