MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
En una resolución, de la que ha sido ponente el magistrado Manuel Marchena, incide en la importancia de que la recogida de muestras de ADN de los imputados se realice con todas las garantías y recuerda la doctrina fijada el pasado julio por la que consideraba "indispensable" distinguir entre supuestos "claramente diferenciados".
En primer lugar, el alto tribunal deja claro que los agentes de la Policía Judicial podrán recoger las huellas, vestigios o restos biológicos hallados en el escenario del delito por su propia iniciativa.
Sin embargo, declara que cuando se trate de muestras y fluidos cuya obtención requiera de "un acto de intervención corporal y, por tanto de la colaboración del imputado, el consentimiento de éste actuará como verdadera fuente de legitimación". Y este consentimiento, añade, precisará de asistencia letrada.
AUTORIZACIÓN JUDICIAL CUANDO NO HAYA CONSENTIMIENTO
Cuando la Policía no cuente con la colaboración del acusado o éste no preste su consentimiento, el alto tribunal señala que "los actos de inspección, reconocimiento o intervención corporal" que resulten precisos para las investigaciones requerirán autorización judicial.
Así lo señala en una sentencia en la que desestima el recurso de un hombre, con antecedentes, condenado a 14 años de cárcel por agredir sexualmente a una empleada de una tienda de ropa, a la que atacó con una navaja en los probadores del local.
Los investigadores localizaron la saliva del recurrente en la cortina y la alfombrilla del probador y cotejaron estas muestras con el perfil genético del acusado que constaba en la base de datos policial sobre identificadores genéticos. Además, la víctima le identificó "sin ningún género de dudas" en ruedas de reconocimiento, varias fotografías y durante el juicio oral.
Los magistrados señalan que los ficheros obrantes en esta base de datos custodiada por el Ministerio del Interior es "plenamente aceptable" para la valoración judicial.
