CASTELLÓN, 3 (EUROPA PRESS)
El recurso se interpuso por inaplicación de los preceptos acerca de la eximente incompleta de alteración psíquica o trastorno mental o, en su caso, de la atenuante analógica de trastorno mental o alteración psíquica.
Al respecto, la Sala considera que el jurado se ha pronunciado respecto del estado mental del acusado y condenado a la vista de las alternativas acerca del mismo planteadas por la acusación y la defensa, valorando la prueba pericial practicada en el sentido de estimar y declarar probada la inexistencia de alteración psíquica o de sus facultades mentales del mismo en el momento de los hechos.
Por el contrario, ha añadido, "ha estimado y declarado no probado la existencia de alteración o disminución de sus facultades mentales o que estas estuvieran ligeramente disminuidas o alteradas, que es la tesis sostenida por la parte recurrente y rechazada por el Jurado en su veredicto".
La sentencia de la Audiencia Provincial de Castellón señalaba que el acusado el 17 de mayo de 2009 vivía con su mujer en Les Coves de
Vinromà, domicilio que era el de los padres de su esposa, en el que éstos habitaban con sus hijos mucho antes que el procesado llegara desde Marruecos a incorporarse a vivir en dicha vivienda.
El acusado se sentía como un extraño en el seno de la familia de su esposa debido al menosprecio y las humillaciones de sus miembros, y se llevaba especialmente mal con su suegra, lo que hizo que fuera haciéndose más introvertido e inseguro, tratando de no coincidir siquiera en las comidas.
El 17 de mayo de 2009, después de haber discutido unas horas antes con su suegra, el acusado, sobre las 4.00 horas aproximadamente y aprovechando que todos dormían, de forma consciente y guiado por su voluntad de originar la muerte de la madre de su mujer, salió de la habitación, cogió un cuchillo de la cocina de unos 18 centímetros de hoja, y penetró en la habitación del primer piso utilizada como dormitorio por su suegra, su esposo y el hijo menor.
Como la mujer advirtió la proximidad del acusado, se levantó sin que se despertaran su esposo e hijo y, de forma sorpresiva, el acusado lanzó contra ésta una primera cuchillada dirigida a la parte alta de su cuerpo, que su suegra pudo parar levantando su brazo y sufriendo por ello una herida en el codo por corte del filo del cuchillo.
Seguidamente, el procesado le propinó una fuerte segunda cuchillada en el abdomen que le ocasionó una herida de tal profundidad e intensidad que el cuchillo alcanzó la columna vertebral, rompiéndose el arma por el mango y seccionando la aorta abdominal a la mujer, lo que originó allí mismo su muerte por shock hipovolémico posthemorrágico.
El procesado salió rápidamente del dormitorio bajando precipitadamente la escalera hacia la calle y huyó de la vivienda, aunque fue detenido horas más tarde.
