MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El demandante, representado por el abogado José Luis Mazón, demandó al bar ante los tribunales españoles al considerar que sus instalaciones contravenían el reglamento municipal sobre protección contra la contaminación sonora y además, el sonido --muy superior al permitido por la legislación-- atentaba contra su intimidad y su integridad física y psicológica.
El vecino de Cartagena menciona en su demanda que desde el inicio de los ruidos la salud de su hija, celiaca, empeoró y que se había visto obligado a proporcionarle atención psicológica por sus dificultades para dormir y una fobia a los ruidos.
El ciudadano considera que si bien los tribunales españoles se pronunciaron sobre el cumplimiento por parte del local de la normativa, no atendieron sus demanda específica sobre los perjuicios provocados a él y su familia.
Según el demandante, los sonidos emitidos por la discoteca violan su derecho a la intimidad y vida privada, por lo que reprocha a la Administración el tratamiento favorable dispensado a este establecimiento frente a otros de la misma ciudad.