El Supremo considera que los agentes que le detuvieron examinaron "con fines incriminatorios" los mensajes de texto que había almacenados en su teléfono cuyo contenido fue utilizado para condenarle por un delito de tráfico de drogas.
El Tribunal considera que los agentes que inspeccionaron el teléfono vulneraron el derecho al secreto de las comunicaciones, al acceder a su contenido sin la preceptiva autorización judicial. Y son por tanto elementos de juicio "inutilizables" y que la Audiencia Provincial de Valencia "debería haber descartado".