Esta decisión supone pasar a la fase de preparación del juicio oral, lo que significa que Garzón se sentará en el banquillo siempre que alguna de las partes personadas presente escrito de acusación contra él.
Varela deniega en una Auto las pruebas que solicitó a última hora la defensa de Garzón y acuerda que se entregue una copia de las diligencias al fiscal y a las acusaciones personadas (Manos Limpias, Libertad e Identidad y Falange) para que, en su caso, soliciten la apertura del juicio oral.