Una de los temas objeto de la Conferencia, será revisar en común el papel de las pensiones mínimas como contribución a la inclusión social, dentro del marco de las reformas de los sistemas europeos de pensiones.
La búsqueda del equilibrio adecuado entre pensiones mínimas, incentivos al empleo y contributividad de los sistemas, va a seguir siendo un aspecto esencial de futuro en los procesos de reforma de los sistemas de pensiones de los Estados miembros, y esto es lo que se va a analizar en esta Conferencia ministerial. Dicho equilibrio será el hilo conductor de los análisis y reflexiones que se abordarán en esta Conferencia de pensiones.
La Conferencia, sin separar los objetivos comunes de adecuación y de sostenibilidad, se centrará principalmente en las cuestiones de adecuación:
La evolución de las pensiones mínimas, los efectos de la maduración de los sistemas de seguridad social y los de las reformas desarrolladas durante la pasada década, dirigidos fundamentalmente a reforzar la contributividad.
Es decir, se abordarán tanto cuestiones en torno a los objetivos de adecuación básica, como de adecuación media y mantenimiento de ingresos.
Por una parte, se analizará el modo como las pensiones mínimas actúan como instrumento de las políticas de inclusión y de la lucha contra la pobreza, en particular para aquellos pensionistas que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad, por acreditar carreras no completas de aseguramiento, carreras atípicas o cortas y de baja cotización.
Teniendo en cuenta también el papel reforzado que las pensiones mínimas y las rentas mínimas han cobrado recientemente en el marco de las respuestas a la crisis.
Por otra, además de constatar que la política de pensiones mínimas es una opción que se ha ido introduciendo o reforzando recientemente en un gran número de países de la Unión Europea, en respuesta al riesgo de pobreza de los pensionistas, la Conferencia va a incidir también en que la mejor opción a perseguir sigue siendo la consolidación de unos sistemas de seguridad social maduros, que garanticen pensiones suficientes, en base a unas contribuciones suficientes a lo largo de la vida laboral de los asegurados.
En tercer lugar, las reformas llevadas a cabo en los Estados miembros a lo largo de la década pasada, han intentado dar respuesta a los desafíos de sostenibilidad de los sistemas. Sobre todo han reforzado el vínculo entre contributividad y prestaciones, con algunas implicaciones en términos de tasas de reemplazo y sobre los objetivos de adecuación. A este respecto, la Conferencia abordará también algunas de las implicaciones del impacto de la crisis sobre los sistemas de pensiones a medio y largo plazo.
Nuestros sistemas de Seguridad Social deben de continuar consolidando en los próximos años, tanto su sostenibilidad como su adecuación y suficiencia protectora. Todo ello en un contexto de presión sobre las finanzas públicas y de progresivo acercamiento de los desafíos planteados por el envejecimiento demográfico. Desde esta perspectiva, se está desarrollando un importante trabajo conjunto entre el Comité de Política Económica y el Comité de Protección Social que será presentado a la Conferencia, junto a las reflexiones recientes de la Comisión Europea sobre este tema.
El resultado de la Conferencia será recogido en unas Conclusiones de la Presidencia, o en su caso, en Conclusiones del Consejo, para las que se prevé también en el programa de la Conferencia, la celebración de dos Grupos de Trabajo.