Se introdujo de forma experimental por un equipo de magistrados, fiscales y abogados durante los últimos dos años en 30 juzgados. De los 310 casos en los que se aplicó este procedimiento, las partes llegaron a un acuerdo en el 44,9% de las mediaciones.
Este procedimiento se desarrolla dentro del proceso judicial y resulta gratuito, voluntario, confidencial y reversible (tanto víctima como infractor pueden abandonar en cualquier momento la idea del procedimiento de mediación y acudir a juicio), según anunció ayer la magistrada Celima Gallego, en la presentación de dicho estudio.
El mencionado proceso de mediación suele comenzar unas 30 semanas después de producirse los hechos delictivos que dan lugar al proceso.
Entre las infracciones penales sobre las que se ha ensayado este procedimiento destacan las lesiones (34,5%), las amenazas (24,8%), y las infracciones en el ámbito familiar (18,4%, excluyendo la violencia de género, que no admite mediación).