LA EDUCACIÓN EN VALORES, UNA ASIGNATURA IMPRESCINDIBLE
Cada vez que se produce un acontecimiento criticable surgen voces que reclaman en la educación la presencia de acciones y de enseñanzas que propicien el conocimiento de valores y de principios que puedan servir de antídoto a esas situaciones.
Se propugna una respuesta, por supuesto policial y judicial, pero sobre todo educativa. Así, Gregorio Peces-Barba considera que se requiere una asignatura que forme en la importancia de la seguridad vial, que esté atenta sobre la violencia y que enseñe el respeto, la igualdad y la tolerancia.
El derecho, continua el autor, es un medio de socialización, basado en el consenso, a través de las sanciones y penas que puede imponer, pero su utilización exclusiva, sin otras medidas más en profundidad, es incapaz cuando falla el consenso y sólo queda el uso de la fuerza.
En la formación recta de las conciencias, que es condición de la comprensión sobre el valor de la obediencia al derecho en las sociedades bien ordenadas, la educación es un instrumento indispensable. Así, el autor considera que necesitamos una asignatura sobre la educación en valores completa y adecuada a la edad de los alumnos, que tenga estabilidad y permanencia.
Con su implantación, opina Gregorio Peces-Barba, se deben despejar algunos prejuicios y descartar cualquier comparación con la enseñanza de la religión. No es una asignatura para los que no hagan religión, sino general para todos los estudiantes, como una pedagogía de la convivencia y de la libertad.
El Estado debe tomarse en serio la asignatura y debe ser explicada por juristas, politólogos, historiadores, filósofos o sociólogos. Si el Gobierno se decide a realizar esta reforma, entiende el catedrático que se habrá producido un cambio revolucionario en la enseñanza preuniversitaria y se producirán resultados positivos para la convivencia.
Gregorio Peces-Barba esboza en este artículo una propuesta de programa: una primera parte, dice, debe cubrir los principales aspectos de la ética pública desde su raíz moral última, que es la idea de dignidad humana; el paso de la ética pública al derecho, con la mediación del poder político, llevará al estudio de las relaciones entre ética, poder y derecho; completan la propuesta de programa, los principios jurídicos, los derechos fundamentales y los procedimientos.
De esas enseñanzas, los estudiantes comprenderán lo importante que es el respeto al medio ambiente, que todas las ideas son libres, que deben desterrar cualquier tentación de violencia, que se debe obedecer a la leyes y respetar a las autoridades y que la libertad consiste en hacer lo que las leyes permiten.
Gregorio Peces-Barba termina su artículo afirmando que es una asignatura capaz de formar a ciudadanos libres e iguales en derechos.