La Cuenta General del Estado está formada por los documentos relativos a la Cuenta General de las Administraciones Públicas Estatales, Cuenta General de las Empresas estatales y Cuenta General de las Fundaciones estatales.
Todas estas entidades están obligadas a rendir cuentas al Tribunal de Cuentas por conducto de la Intervención General de la Administración del Estado que, una vez revisadas, forma la Cuenta General del Estado mediante su agregación o consolidación.
La Cuenta relativa a 2003 se ha formado mediante agregación, aunque como primer paso hacia una Cuenta General de las Administraciones Públicas consolidada, se ha elaborado un estado de liquidación del presupuesto consolidado en el que se han eliminado las transferencias internas.