Después de tres años y medio de negociaciones se ha logrado un consenso, a falta de dos reservas parlamentarias, sobre un texto de compromiso de la presidencia irlandesa de turno de la Unión que consiguió el apoyo de Reino Unido y Alemania, país que bloqueaba el acuerdo desde hace más de un año.
El texto final, que ahora irá a consultas al Parlamento Europeo, señala que el Consejo realizará en los próximos meses una evaluación en profundidad para determinar qué países serán incluidos en una lista mínima de “países seguros”.
Para ello, consultará con los Estados miembros, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, el Consejo de Europa y otras organizaciones internacionales, lo que permitirá establecer una lista de países seguros.
Se considera como tales aquellos en los que sus habitantes no sufren riesgo de persecución y, por tanto, no tienen razón para solicitar asilo en la Unión Europea. Respecto al concepto de “país superseguro” se decidió que no habrá obligación para examinar una demanda de una persona que proceda de uno de estos países, pero con un enfoque restringido a casos muy específicos.
También se han solucionado los problemas relativos a la posibilidad de recurrir una decisión de denegación de asilo, ya que todo rechazo tendrá derecho a ser sometido a un análisis judicial.