El Catedrático de Derecho Constitucional cree que la reforma de la ley permitiría a los magistrados del Tribunal Constitucional seleccionar los casos a estudiar, para no estar “obligados a revisar cualquier caso que se les presente”.
En su opinión, en estos momento existe una imprecisión de la legislación que ofrece posibilidades para que se produzca algún tipo de conflicto entre los dos altos tribunales, por eso considera conveniente una reforma de la Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre, del Tribunal Constitucional e introducir un procedimiento similar al que existe en Estados Unidos o en Alemania, que permitiría al Constitucional seleccionar los casos a estudiar de acuerdo con su interés real y su proyección general.
Esta reforma serviría también para delimitar los ámbitos de actuación del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional que, a su juicio, en estos momentos “están confusos”.