Salvador Ruiz Gallud argumentó que fragmentar la Agencia Tributaria conllevaría una merma de la eficacia en la lucha contra el fraude fiscal, ya que, según dijo, “es necesaria una información integrada de todo el Estado para poder llevar a cabo actuaciones de control eficaces”.
Asimismo, advirtió de que muchos de los servicios que ahora se prestan a los ciudadanos, como el envío de datos fiscales o la elaboración del borrador de declaración a los contribuyentes, no podrían prestarse si la información no estuviera centralizada.