VALLADOLID 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
Aunque aquel juicio se saldó con sentencia absolutoria de los delitos de robo continuado y grupo criminal para los tres encausados, el citado Víctor V.M. y sus otros dos compañeros de banquillo, Rafael E.D. y Julio E.G, quienes se enfrentaban por estos hechos a penas que sumaban diecisiete años de cárcel. Sin embargo, el primero de ellos sí fue condenado por delito continuado receptación de piezas de coche procedentes de robos.
Se le impuso entonces la citada pena de un año y medio de prisión y la obligación de indemnizar con 9.578 euros al propietario de un coche cuyas piezas reutilizó para poner en el suyo y con otra cantidad, a determinar en ejecución de sentencia, en favor de Liberty Seguros por la indemnización satisfecha por dicha compañía al asegurado de otro de los turismos despiezados.
Pues bien, ahora la Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL, con sede en Burgos, ha confirmado la condena del recurrente, quien había alegado, como motivo único de impugnación, la infracción de la presunción de inocencia y error en la valoración de la prueba, planteamiento que ha sido desestimado, según la información del Gabinete de Prensa de dicho órgano de justicia recogida por Europa Press.
En su fallo absolutorio para los tres encausados respecto del robo y pertenencia a banda organizada, la Audiencia de Valladolid hizo constar que "no hay pruebas de que formaran parte de un grupo criminal que se dedicara a la comisión de robos en establecimientos comerciales, y que para ello se dedicaran a sustraer vehículos, lo único que hay son sospechas", ni siquiera por el hecho de que sus restos de ADN fueran localizados en algunos de los turismos robados.
De manera específica, las pesquisas policiales apuntaban que Víctor V.M. podría haber facilitado el garaje en el que se encontraron los vehículos sustraídos, aprovechando que su domicilio está en esa zona, así como que el entorno de la calle Gavilla y Rastrojo podría servir de punto de reunión de las personas que participaron en estos delitos, entre ellos los otros dos también absueltos.
En la primera jornada del juicio, dos de los siete encausados quedaron libres de cargos y otros dos llegaron a un acuerdo para asumir condenas de dos años y dos años y un día de cárcel, con lo que el proceso judicial quedó circunscrito a los tres ahora absueltos al rechazar éstos cualquier tipo de acuerdo con las acusaciones pública y particulares--las aseguradoras Liberty y Reale--ya que seguían mantienen su inocencia.
La última jornada del juicio, antes de que las acusaciones solicitaran la condena de los encausados y las defensas su absolución, estuvo centrada casi exclusivamente en la ratificación de las denuncias por parte de las personas que en su día sufrieron el robo de sus respectivos turismos, en total un Seat Ibiza, cuatro Seat León y dos BMW, así como de dos motocicletas, la práctica totalidad de ellos entre los meses de septiembre y octubre de 2019 y primeros de 2020 en Valladolid capital, Zaratán, Arroyo de la Encomienda, Burgos, Zamora y Villamuriel de Cerrato.
La mayoría los tenía estacionados a la puerta de casa o en el garaje y los echaron el falta cuando a la mañana siguiente se disponían a ir a trabajar o a llevar a sus hijos al cole y luego conocieron a través de la Guardia Civil, en unos casos horas después del robo y en otros varios meses más tarde, de que, en el mejor de los casos, habían aparecido con desperfectos y en otros prácticamente desguazados, quemados o con parte de sus piezas--motores, cajas de cambios, rejillas...--integradas en otro turismo utilizado por Víctor V.M, de ahí el delito de receptación por el que ha sido finalmente condenado.