ÁVILA 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
La condenada considera probado que trabajó como empleada de hogar para un matrimonio de avanzada edad entre enero de 2021 y octubre de 2022 y que durante este tiempo "se generó un vínculo de confianza" que le permitió acceder libremente al domicilio y a objetos personales del matrimonio.
Además, la mujer aprovechó la confianza depositada en ella para acceder a las libretas bancarias y obtener el número PIN de las tarjetas y así, entre agosto de 2021 y octubre de 2022, realizó numerosas extracciones de dinero, hasta un total de 76.600 euros.
Esta situación fue descubierta cuando una hija del matrimonio revisó los movimientos bancarios y denunció los hechos ante la Policía, momento en que la mujer devolvió las llaves y cesó en su trabajo.
Tras ser condenada a cinco años de cárcel, diez meses de multa a razón de diez euros al día y a devolver los 76.000 euros a los ancianos, la defensa de la mujer interpuso recurso de apelación en el que alegó" error en la valoración de la prueba, falta de pruebas suficientes para desvirtuar la presunción de inocencia y la no apreciación de la circunstancia atenuante de ludopatía".
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha desestimado ahora este recurso, por lo que queda ratificada la condena.