ALMERÍA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Alto Tribunal ha acordado inadmitir el recurso de casación impulsado por las defensas de los acusados, de manera que confirma las penas de cuatro años y medio de cárcel para dos de los implicados y otra de cuatro años y cuatro meses de prisión para un tercero que, si bien confesó los hechos, contaba con antecedentes por delitos similares.
En un reciente auto, consultado por Europa Press, el tribunal avala el pronunciamiento original de la Audiencia Provincial de Almería así como su competencia para juzgar el caso, ya que la embarcación --propiedad de uno de los condenados-- había zarpado desde las costas de Almería con los otros dos implicados a bordo.
Así, se ha dado por probado que sobre las 23,00 horas del 9 de marzo de 2021, un helicóptero del Servicio de Vigilancia Aduanera detectó la presencia de una embarcación que navegaba sin luces y que era tripulada por dos de los acusados, quienes transportaban hachís a bordo oculto entre otras garrafas de gasolina.
Así, se inició un seguimiento de la embarcación, que además fue avistada sobre las 1,30 horas por la patrullera 'Alca', de dicho Servicio de Vigilancia Aduanera, a unas 28 millas al este de la isla de Alborán.
Los agentes hicieron un discreto seguimiento del pesquero, que navegaba sin luces, hasta que sobre las 2,45 horas se aproximó a la costa de Almería; momento en el que la patrullera le dio el alto con señales luminosas y acústicas.
Ante dicha situación, los acusado trataron de huir con la embarcación, de forma que mientras que trataban de escapar arrojaron al mar unos 47 bultos que, a la postre, resultaron ser petacas de gasolina que contenían hachís. Los acusados no detuvieron la embarcación hasta que no se libraron de la droga.
La droga, con un peso de 930,7 kilos y un valor en el mercado ilícito de más de 1,8 millones de euros, fue intervenida por los agentes, quienes hallaron dentro de la embarcación otras 14 petacas que contenían gasolina y que no fueron arrojadas al mar.
La embarcación empleada tenía como amarre el puerto de Almerimar, en El Ejido, desde donde los acusados partieron la tarde anterior con el consentimiento de su propietario, quien sabía el uso que se le iba a dar a la nave, por lo que facilitó las llaves y el mando de arranque de la lancha.
En el acto del juicio, el uno de los acusados reconoció los hechos e incluso ofreció datos de otras personas que habrían podido participar en la operación, por lo que si bien se le aplicó la atenuante de confesión, también se tuvo en cuenta que era reincidente así como la gran cantidad de droga intervenida para agravar la pena.