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Lo olvidado de España en Marruecos; por Luis María Cazorla Prieto, académico de número de la Real de Jurisprudencia y Legislación de España

21/03/2023
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El día 20 de marzo de 2023 se ha publicado, en el diario ABC, un artículo de Luis María Cazorla Prieto en el cual el autor opina que España podría haber hecho más y mejor en su acción civil en Marruecos, pero no es justo olvidar lo mucho que hizo en este campo y limitar todo a la llamada guerra de Marruecos.

LO OLVIDADO DE ESPAÑA EN MARRUECOS

“Los planes de obras públicas se sucedieron desde 1928. Varias leyes, como la del 21 de mayo de este año, son muestras de ello. Estos planes abarcaron un amplio abanico de obras públicas, como carreteras, puertos, puentes, presas, ferrocarriles y regadíos. En la educación, fue declarada obligatoria la enseñanza primaria marroquí, se puso en pie el bachillerato marroquí en árabe, se crearon escuelas normales de Magisterio y politécnicas de grado medio”

Hace algo más de un año se representó en el teatro Valle-Inclán de Madrid, Centro Dramático Nacional para más señas, la obra ‘Rif (piojos y gas mostaza)’. Por ella desfilan la corrupción, la ignorancia, la manipulación, los desmanes de la guerra, los manejos económicos, la miseria y las turbiedades de toda clase que caracterizaron una parte -repito, una parte- de la acción española en su Protectorado de Marruecos, mezclado todo ello con algunos arranques de valentía y buen proceder. El remate fue la intervención final del gran actor que encarnaba al rifeño Jabibi, manifestándose en términos muy negativos con respecto a lo que hizo España, sin discriminar épocas ni vertientes, con lo que, a mi juicio, se incurría en el grave error de la parcialidad.

La acción de España en su Protectorado marroquí que arrancó el 27 de noviembre de 1912 tuvo dos fases distintas. La frontera entre ellas puede situarse en el 10 de julio de 1927, cuando el general Sanjurjo proclamó que “en el día de hoy se han abatido los últimos restos de la rebeldía, ocupando la totalidad de nuestra zona de Protectorado, y se ha dado fin a la campaña de Marruecos”.

Aunque los horrores de la guerra predominaron en la primera fase, sobre todo por los sangrientos enfrentamientos con El Raisuni y Abd-el-Krim, no fue todo así. Mientras las armas tronaban, se inició una balbuciente acción civil. Espigo dos ejemplos entre otros posibles. El primero: el 1 de julio de 1914, fueron publicados diez dahires que constituyeron la crujía de la regulación de lo penal, civil, mercantil, judicial y administrativo, de la que todavía hoy encontramos vestigios en el ordenamiento marroquí, como recoge en uno de sus libros el eminente jurista alcazarquivireño Driss Dahak, expresidente del Tribunal Supremo de Marruecos y ex ministro-secretario del Gobierno de este país. El segundo: pregonando en su fachada 1917 en el calendario español y 1335 en el árabe, fecha de su construcción, todavía se mantiene garboso el matadero municipal que, con apuntes modernistas, fue uno de los primeros edificios públicos construidos en Larache.

A partir de 1927 la acción civil de España empezó a cobrar mayor impulso. Los planes de obras públicas se sucedieron desde 1928. Varias leyes, como la del 21 de mayo de este año, con sus correspondientes dahires, son muestras de ello. Estos planes abarcaron un amplio abanico de obras públicas, como carreteras, puertos, puentes, presas, ferrocarriles y regadíos. Me limito a mencionar dos supuestos. Como escribe Mimoun Aziza: “De 1926 a 1931 se construyó el tramo de carretera Ceuta-Melilla, gran espina dorsal del sistema viario de la zona española”. Por otra parte, en el aprobado en 1945 las obras públicas englobaron desde el aprovechamiento para riegos del caudal del Igan, río que poco más de veinte años antes había presenciado las heroicas cargas del regimiento de Alcántara, pasando por mejoras en los puertos de Larache, Río Martín, Arcila y la entonces Villa Sanjurjo, y acabando en la construcción de carreteras como la de Beni-Aros a Alcazarquivir.

En la educación, fue declarada obligatoria la enseñanza primaria marroquí, se puso en pie el bachillerato marroquí en árabe, se crearon escuelas normales de Magisterio y politécnicas de grado medio y se abrieron residencias para estudiantes marroquíes en Madrid, Granada y ¡El Cairo!. Los estudios superiores no quedaron atrás. El 13 de moharran de 1346, el 13 de julio de 1926 según nuestro calendario, se publicó un dahir que insufló nueva vitalidad a la madrasa de Tetuán. Desde 1937 a 1947 siguió el mismo camino la de Chauen y se pusieron en marcha las de Larache, Alcazarquivir, Villa Sanjurjo y Farjana. No hay que negar que pudo hacer más y mejor, pero es indudable que España contribuyó mucho a la educación de varias generaciones de marroquíes y lo hizo con atención a su idiosincrasia cultural y religiosa.

Es cierto que la aportación cultural de España durante el Protectorado tuvo carencias y que el respeto a la cultura musulmana estuvo a veces animado por el atemperamiento del nacionalismo marroquí. Pero, aun así, nuestro país fomentó y protegió la cultura marroquí. En la monumental obra de Fernando Valderrama ‘Historia de la acción cultural de España en Marruecos’, encontramos apabullante información sobre las muchas vertientes de dicha aportación. Cito en tal sentido un dato reciente. En la exposición ‘En torno a las columnas de Hércules’ celebrada en el Museo Arqueológico Nacional, la vitrina de las excavaciones en Lixus y Tamuda estaba dedicada a César Luis de Montalbán, “militar español, pionero de la arqueología española en el norte de Marruecos () fundador y primer director del Museo Arqueológico de Tetuán, donde se conservan los materiales de sus excavaciones”.

La huella que dejó España en la sanidad no es menor. Puso en pie hospitales civiles en Larache, Tetuán, Nador, Alcazarquivir y en la hoy Al Hoceima y consultorios médicos urbanos en general y especiales para musulmanes. En menor medida, su acción también se hizo notar en el campo mediante la creación centros médicos rurales, como el de Targuist.

El proceder español impulsó también el establecimiento de colonias agrícolas a través de la parcelación de grandes fincas. Una de las manifestaciones más fructíferas de este proceder lo encontramos en la Compañía Agrícola del Lucus, que desplegaba su objeto social en la feraz región que riega el Lucus, especialmente en las cercanías de Larache y Alcazarquivir. Sobre las 2.634 hectáreas de la dehesa del Adir a la que se sumaron los aledaños de Barga, Meruam y Nemsha, esta sociedad desarrolló una rica explotación agrícola y ganadera, siguiendo técnicas y procedimientos avanzados, y proporcionó directa o indirectamente trabajo a muchos españoles y marroquíes. Todavía hoy, superada la zona conocida en su día como Cuatro Caminos y antes de adentrarse en la ciudad dormitorio que Larache se está convirtiendo en aquellos parajes, se yergue altanero un silo de trigo en cuya fachada se lee Compañía Agrícola del Lucus dando fe del emporio que fue esta entidad.

En pocas palabras, España podría haber hecho más y mejor en su acción civil en Marruecos, pero no es justo olvidar lo mucho que hizo en este campo y limitar todo a la llamada guerra de Marruecos. El ilustre periodista, historiador y político marroquí Mohammed Ibn Azzuz Hakim lo reconocía claramente con pleno conocimiento de causa. En noviembre de 2009, en la magnífica residencia del cónsul de España en Tetuán, a la sazón ocupada por Javier Jiménez Ugarte, después de enumerar algunas de las benefactoras aportaciones de España, Hakim resumió sentenciosamente algo que después dejó escrito: “El Protectorado español no trató de españolizar, sino de modernizar la vida marroquí en todas sus manifestaciones, pero sin atentar contra los usos, costumbres y tradiciones del país”.

España, en suma, contribuyó positivamente a transformar el Estado fallido que era Marruecos en 1912 en el Estado real que fue en 1956.

Comentarios - 1 Escribir comentario

#1

Quizá el fallo político más grave fue el no hab er aprovechado la revuelta de abd el krim y hacer una paz con el permitiendo su independencia de Marruecos.
Eso n os hubiera evitado miles de muertes de españoles y bereberes y la guerra de 1936
Eso tampoco se supo hacer con el Sahara.
Vaya panda de imaginación políticos con para haberle ofrecido la creación de un reino bereber bajo protectorado español como tampoco se hizo con el Sáhara

Escrito el 22/03/2023 10:37:08 por Alfonso J. Vázquez Responder Es ofensivo Me gusta (0)

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