BILBAO, 9 (EUROPA PRESS)
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Ibarra ha apuntado que él sí ha visto violencia a Cataluña, pero ha apuntado que "otra cosa completamente distinta" es que se aprecie que ha habido rebelión.
"En ese proceso, el ministerio fiscal y las partes acusadoras acusan de un delito de rebelión o alternativamente de sedición, otro de malversación de caudales públicos, por el dinero público empleado por la Administración en la convocatoria del referéndum, y de desobediencia, en este caso, al Tribunal Constitucional. Desde luego, no es mi competencia valorar esas pruebas, lo hará el Tribunal Supremo", ha añadido.
El presidente del TSJPV ha dicho que los ciudadanos no tienen que "meterse en la piel del TS", sino que deben preguntarse "si ha habido un proceso justo". En su opinión, sí lo ha sido desde los parámetros marcados en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
"Ha sido un proceso en el que la causa ha sido oída públicamente, de manera equitativa, es decir, se ha podido plantear tanto la acusación como la defensa y se ha podido practicar la prueba dentro de un plazo razonable. No ha habido dilaciones indebidas", ha añadido.
En este sentido, ha recordado que ha sido "un proceso muy complicado, pero, para ese tipo de procesos, dos años no se pueden entender como una dilación indebida". Además, considera que la Sala Segunda del Supremo "está integrada por jueces independientes y no han sido acusados de parcialidad". "Y son los que la Ley preveía porque se trata de personas aforadas (los acusados)", ha apuntado.
Por todo ello, cree que se puede decir que el proceso de los doce dirigentes independentistas catalanes "se ha desarrollado en los cánones de los procesos justos".
"EL ESPEJO DE LA DEMOCRACIA"
Tras admitir que le preocupa que, en caso de que la sentencia sea condenatoria, pueda haber una respuesta social que desborde a las propias instituciones catalanas, ha asegurado que lo que más le causa preocupación "es mirarnos en el espejo de la democracia".
Juan Luis Ibarra ha apuntado que los demócratas tienen que entender que se está "ante un proceso justo, en un Estado de Derecho y con las garantías cumplidas", por lo que "puede o no gustar la sentencia que se dicte", incluso se puede pensar que es "desacertada", pero se debe acatar.
Tras señalar que no tiene "absolutamente ningún problema, desde la perspectiva de la democracia", con que se pueda discrepar de la resolución judicial, ha apuntado que sí lo tiene ante la posibilidad de que no se acate.
"Porque, si no acatamos la sentencia que se dicte, nos lo tenemos que hacer mirar como demócratas. Los demócratas no tenemos un marco distinto al Estado de Derecho, y el Estado de Derecho está basado en el principio de separación de poderes", ha manifestado.
Por ello, cree que, en base a este principio, es al juez predeterminado por la Ley, en este caso, a la Sala Segunda del TS, a la que corresponde dictar sentencia, y los demócratas la deben respetar. "¿criticarla?, por supuesto. El que entienda que esa sentencia no es acertada, la criticará", ha indicado.
El magistrado ha subrayado que la Carta de Derechos Fundamentales de la UE garantizar la crítica, pero lo que "nos coloca fuera de la condición de demócrata, es que no acatemos las sentencias de los tribunales".