MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Así lo ha manifestado el todavía presidente del CGPJ en sendas cartas enviadas a los presidentes del Congreso y del Senado, Ana Pastor y Pío García-Escudero, respectivamente, como anunció en una conversación informal que mantuvo con periodistas el pasado martes tras la entrega de despachos a los nuevos jueces, acto formal que este año se ha trasladado a Madrid, desde Barcelona, con motivo del 40 aniversario de la Constitución.
Según informa el órgano de gobierno de los jueces en un comunicado, Lesmes afirma en su misiva que ha transcurrido "más de un mes" desde que el mandato de cinco años del Consejo expiró "sin que se haya llevado a cabo por las Cámaras la designación de los nuevos vocales".
"Creo necesario recordar que resulta legalmente obligado proceder a la renovación de este órgano en el plazo establecido por la Constitución y en la Ley Orgánica del Poder Judicial", señala el presidente del TS y del CGPJ, que añade que el artículo 568 de esa última norma "establece expresamente que los presidentes del Congreso de los Diputados y del Senado deberán adoptar las medidas necesarias para que la renovación del Consejo se produzca en plazo".
Tal y como recuerda el comunicado, Lesmes dio traslado el pasado 3 de agosto a ambos presidentes del acuerdo por el que se disponía el inicio del procedimiento para la renovación del Consejo. De este modo, el 26 de septiembre les remitió las candidaturas de los candidatos a vocales de extracción judicial definitivamente proclamadas. Con todo esto, el presidente del Poder Judicial concluye su carta que confía "en la pronta adopción de tales medidas".
PACTO FRUSTRADO
La negociación de los nuevos vocales del CGPJ comenzó a realizarse. El PP, PSOE y Podemos pactaron que el magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena sucediese en el cargo a Lesmes, algo que suscitó polémica porque este nombre se dio a conocer antes que el de los propios vocales.
A esto hay que añadir que días después se reveló un 'whatsapp' del portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, en el que presumía que con Marchena al frente del CGPJ se podría controlar la Sala Segunda del alto tribunal "desde detrás". La negociación se vio del todo truncada una vez que el propio magistrado decidió renunciar a su candidatura.
