SEGOVIA, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
El empleado, que se encontraba vigilando el comedor durante la hora de la comida, fue atacado por un interno que le asestó varios pinchazos con un punzón de fabricación casera y recibió múltiples golpes con la bandeja de la comida, así como patadas y cabezazos, según recuerda CSI-F en un comunicado.
Como consecuencia de la agresión, el funcionario tiene secuelas psicológicas irreversibles, con trastorno de estrés postraumático y síntomas ansioso-depresivos y fobias asociadas al ámbito penitenciario, lo que le imposibilita el desempeño de cualquier trabajo relacionado con el centro penitenciario y le impide su incorporación a su puesto de trabajo de manera permanente.
El fallo del Tribunal, defendido por la asesoría jurídica de CSI-F en Segovia, avala que el ataque provocó en el trabajador un trastorno de estrés postraumático crónico que le impide ejercer su trabajo.
El sindicato ha valorado el fin del "calvario" para el compañero, aunque reclama a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que aborde el problema de las agresiones en las prisiones, que en la mayoría de los casos, según lamenta, "pasan en silencio".
CSI-F ha advertido de que la Administración penitenciaria sigue sin poner las medidas preventivas necesarias para atajar una violencia "que no deja de crecer". En los últimos siete años se han producido 36 agresiones en cárcel de Segovia, 344 en las de Castilla y León y 1.994 en las de toda España, cifras estas que a nivel general "siguen en aumento".
La organización exige por tanto la implantación de un plan integral de actuación y prevención de las agresiones con el objetivo de que cada caso tenga un tratamiento singularizado y pormenorizado, de manera que se puedan identificar las principales causas y se erradique la violencia en las cárceles.
