MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El máximo responsable del órgano de gobierno de los jueves ha anunciado esta decisión mientras el pleno de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo está estudiando si abre causa penal contra él por los 32 viajes en fin de semana que cargó al presupuesto del Consejo.
Con esta decisión, el presidente del CGPJ se adelanta a la situación planteada ayer por los vocales Margarita Robles, Felix Azón e Inmaculada Montalbán que plantearon la posibilidad de solicitar un pleno extraordinario para pedir su dimisión en el caso de que el alto tribunal rechace la tramitación de una querella contra él por malversación de caudales públicos.
DÍVAR SE ADELANTA
Para la convocatoria de este pleno extraordinario se precisaban cinco vocales y aunque esta mañana se especulaba con la noticia de que ya se contaba con estos cinco consejeros, finalmente la decisión del presidente ha hecho inútil esta iniciativa.
Igualmente, se especulaba con la posibilidad de que los vocales que pretenden forzar la salida de su presidente en el Consejo utilicen para argumentar sus posiciones el contenido de los votos particulares que podrían formular este miércoles algunos de los magistrados de lo Penal que revisan la conducta de Dívar en el alto tribunal. Por el momento, se desconoce si finalmente se formularán alguno de estos votos.
En el último pleno extraordinario, celebrado el pasado 24 de mayo, los vocales Margarita Robles, Félix Azón, Inmaculada Moltabán, José Manuel Gómez Benítez y Carles Cruz solicitaron la dimisión en el cargo de Dívar.
Por contra, la iniciativa del vocal José Manuel Gómez Benítez de denunciar los hechos ante la Fiscalía General del Estado se volvió en su contra puesto que siete consejeros solicitaron su renuncia por su deslealtad de denunciar los gastos de los viajes a Marbella (Málaga) ante la Fiscalía y no llevar antes este asunto al Pleno. El vocal rechazó esta petición.
En este caso, el Ministerio Público no ve delito porque Dívar pagó parte de sus viajes y la normativa no le obligaba a justificarlos. Llega a afirmar que el presidente del CGPJ fue acomodándose "caso por caso, viaje por viaje, a las exigencias derivadas de las funciones que le correspondía desempeñar".
